Se acerca la Navidad y he pensado que una bonita forma de celebrarla, desde este blog, puede ser convertir en relatos cortos, hechos que hayamos vivido relacionados con esta festividad. Os invito a todo@s a que viajéis por vuestros recuerdos navideños, y una vez encontrado alguno especial, lo narréis con brevedad, y también con emoción y cariño. Y para predicar con el ejemplo, ahí os dejo el mío. Espero que vuestros comentarios sean esta vez pequeñas historias con las que disfrutar y homenajear al espíritu de la Navidad.
Un Regalo de Palabras y Dibujos
Sería la primera Navidad con Álvaro entre nosotr@s, un bebé con ojos vivaces e inquietos. Pedro tenía ya cuatro años: todo un hombrecito, siempre dispuesto a escuchar historias y a ir a la sierra en busca del zorro blanco. Mis dos sobrinos, quería regalarles algo especial, diferente a lo que se encuentra en jugueterías y comercios varios. Al principio no sabía qué, pero al preparar algunos villancicos para cantarlos con mis alumn@s en clase, lo tuve claro: me basaría en uno de ellos. A Pedro le encantaría, y a Álvaro, con el tiempo, también.
Fueron días, aquellos primeros de Diciembre, en los que abría el ordenador con ganas de dejar volar mi imaginación; antes de continuar, siempre releía lo anterior, y hacía algún que otro cambio. Cuidaba que hubiera las suficientes repeticiones para que no se perdieran ni un detalle, abundantes descripciones para verlo todo como si lo tuvieran delante. Y así, casi sin darme cuenta, lo terminé. Era el momento de darles una cuidada presentación, y a ello me ayudaron unos papeles acartulinados y la destreza pictórica de una alumna, que los decoró con hadas y otros seres maravillosos. Ya tenía sus regalos; cuánto disfruté yendo a comprar el papel con el que envolverlos. En la tienda me topé con una pared cubierta de pliegos con maravillosos diseños; me transportaron a tiempos muy pasados, anteriores incluso a mi infancia. Elegí uno con el fondo sepia, y adornado con dibujos de coches de juguete antiguos; los había de todas las formas y colores: azules, rojos, amarillos, verdes..., me sugerían niñ@s en el suelo, jugando con ellos, moviéndolos de un lado a otro, e imitando el ruido de sus motores.
Tras el jolgorio de la noche anterior, la mañana de Navidad fue silenciosa durante un largo rato. Sentado en un sillón, viendo la tele, esperé a que la casa cobrara vida. Álvaro todavía dormía cuando sus padres se levantaron; siendo él tan pequeño decidí darles a ellos su regalo. Pedro llegó a mediodía, muy arreglado para comer fuera. Nervioso, abría el suyo intentando no romper el papel que lo escondía. "Un cuento, el tío Antonio, te ha escrito un cuento", le dijo su padre, mientras él sostenía en sus manos cientos de palabras y varios dibujos.
Me encanta la idea Antonio, muy bonita e ideal para estas fechas. Ablandar los corazones siempre está bien. Ya se acerca la Navidad y aquí en Escocia abundan las cajas de bombones como en todos lados. El otro día cuando me disponia a comer uno recordé una tradición que año trás año sucedía en casa de mi abuela. Llegabamos a su casa en estos dias y por supuesto siempre tenía bombones, turrón etc. Nosotros disfrutabamos a la hora de comernoslo,pero también con lo que venía después. Mi abuela se encargaba de guardar los emboltorios para que con tijeras en mano los cortásemos en tiras y pequeños trozos para conseguir los papelillos más exclusivos y coloridos de toda la Navidad. Así llegaba el último día del año y todos deseábamos tirar los papelillos fabricados por nosotros. Un buen entretenimiento para todo niñ@.
ResponderEliminarEste año con mayor emoción me acordaré de todas esas Navidades pasadas y recuerdos vividos junto a ella.
Espero que os hay gustado mi pequeño recuerdo. Feliz Navidad!!!
Jesús Hidalgo Gálvez 3º A
ResponderEliminarEl peligro de las Cabalgatas
No era un día corriente, era un día en el que millones de niños recibirían sus regalos y uno de los mejores del año para muchos.
Como en todos los pueblos y ciudades, todos los niños de Sanlúcar salían a la calle junto con sus padres con la ilusión de ver la Cabalgata de los Reyes Magos y coger todos los caramelos y juguetillos posibles. Yo también era uno de esos miles de niños.
Salí de mi casa para ver salir la Cabalgata y conseguí coger un balón saltando por delante de dos niños como yo. Cuando me disponía a coger un paquete me dieron en el ojo un caramelazo muy fuerte, sin intención claro, pero me dolía mucho. El ojo se me hinchó y se me puso morado, fui a mi casa para que me pusieran hielo y entonces se me puso bien el ojo. Cuando la Cabalgata pasaba por mi calle me puse en el balcón a coger caramelos y a gritar como un loco para que me tiraran cosas. La persona que me dio el caramelazo en el ojo me vio, me dio un balón y también se disculpó.
Después de acabar la Cabalgata me dispuse a realizar un pequeño recuento de todo lo que había cogido. Me acosté en la cama nervioso porque al día siguiente recibiría todos los regalos que llevaba esperando mucho tiempo y deseaba tanto. Antes de dormirme recordé los mejores momentos del día y supe que ese seria uno de los mejores días de mi vida y una buena anécdota que contar y por fin, me dormí.
ÁNGEL MANUEL PABLO HERRERO 3ºA
ResponderEliminarÉL DÍA DE REYES
Ya habíamos celebrado la nochevieja con toda mi familia, cuando ya se estaba acercando el día de reyes.
Yo estaba muy nervioso porque no sabía lo que me iban a regalar los Reyes, cuando por fin llegó el gran día,el 5 de enero, el día de la Cabalgata de reyes.
A las 5 de la tarde, mi familia y yo fuimos al Parque de las Majarocas. Allí había muchísima gente esperando que pasara la Cabalgata de los Reyes para tirarles los regalos a los niños y a mí tambíen.
Cuando terminamos de ver las Cabalgatas,nos fuimos a casa cuando me llevé una gran sorpresa;
el árbol de Navidad estaba encendido y en el había tres regalos: dos juegos de la playstation y un disco con las canciones del mundial.
Yo estaba muy contento porque eran los mejores regalos de mi vida y pasé el mejor día de Reyes de toda mi vida.
Andrea Vega Ponsford 3ºA
ResponderEliminarRECUERDOS DE MI MEJOR NAVIDAD
Apenas tenía 5 años cuando decidimos mudarnos a una nueva casa. Eran fechas prósperas a la navidad y en nuestro rostro ya se reflejaba la felicidad que nos producen estas fechas tan señaladas.
Yo estaba impaciente para recibir la navidad, y, con ella, preparar todos los decorativos que adornarían nuestra nueva casa. En el salón instalamos un hermoso y reluciente árbol, que tanto llamaba mi atención al mirar las numerosas luces que la rodeaban. Junto a él, creamos un enorme belén, que constaba de muchísimas pequeñas figuras que reflejaban a la perfección los sentimientos de aquellas personas inmóviles. Me llevaba horas contemplando aquella maravillosa escena, con la ilusión de revivir aquellos momentos tan especiales.
Pero a pesar de todos estos maravillosos recuerdos de mi infancia, había uno que despertó aún más mi curiosidad. Ocurrió la noche en la que los reyes magos venían para sorprendernos a todos los niños con sus bonitos regalos. En un momento de empatía, pensé en lo duro que tendría que ser su situación. Recorrer todo el mundo repartiendo regalos a todos los niños en una sola noche. Y en recompensa, decidí colocar en la mesa del salón tres vasos de leche y tres mantecados, junto a una garrafa de agua.
Pero no penséis que me olvidé de sus fieles acompañantes, los camellos. Les coloque un gran cubo de agua para calmar su sed tras el ajetreado viaje.
A veces, esta historia me hace pensar que la inocencia de la infancia nos ha producido en muchas ocasiones esa inmensa felicidad.
Ana Tere Sánchez Frías.
ResponderEliminar3º A de ESO
Una noche mágica
Tengo este recuerdo como uno de los más preciados, ya que pudo ser uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Todo empezó el día de la Cabalgata, un frio cinco de enero. Fue un día muy divertido, que pasé con mis padres, mi hermana y mis primos, que todavía eran muy pequeños, y otras personas queridas.
Cuando llegamos a casa, preparamos todo lo que había que preparar para que vinieran los Reyes Magos: colocamos las sillas con un zapato delante de cada una, pusimos en la mesa caramelos y dulces, algo para que bebieran… e incluso pusimos tres cubos de agua en el jardín para que bebieran los camellos. Una vez que todo estuvo preparado, toda la familia nos fuimos a la cama, ilusionados.
Pero en medio de la noche me desperté. Se escuchaban ruidos, como de poner cajas y yo miraba a mi pequeña hermana, que parecía no darse cuenta, durmiendo profundamente. Así que me encontré en una encrucijada: si salía, descubriría lo que eran aquellos ruidos y posiblemente vería a los Reyes Magos, pero… ¿No se suponía que si los veía, se irían y no volverían más…? Y si no salía, no sabría lo que eran los ruidos ni vería a los Reye Magos, pero tampoco habría el riesgo de que se fueran…
Salir era tentador, pero, tras pensarlo un momento, decidí que sería mejor dormirme. Y, nerviosa, me dormí, aunque me costó un poco. Al día siguiente, toda mi familia abrimos nuestros regalos, y me reconfortó que esas personas tan mágicas no se hubieran ido.
Juan Manuel Reyes Moreno 3ºA
ResponderEliminarEsta historia comienza con un gran día, era el último de clase, en el cual todos vestíamos de pastorcillos y era el día en el que nos daban las notas. Yo tenía todas las asignaturas aprobadas, y con buena nota. Estaba en 4º de Primaria.
Esa misma tarde mis padres me dieron la enhorabuena y decidieron ir a comprarme fuegos artificiales, para pasar agradablemente la Nochebuena y Nochevieja con mi familia.
Por fin llegó Nochebuena, en el cual fuimos toda mi familia a la casa de mi abuela materna, en esta cenamos filete, gambas, turrones y bombones, me acuerdo perfectamente. Luego, después de comer, tire algunos fuegos artificiales junto con mi hermano, mi primo y unos amigos más.
En Nochevieja, en cambio, vamos a casa de mi otra abuela, que por suerte sigue con vida. En este día ya gasté todos mis fuegos artificiales, ya que era el último día del año, entonces empecé a pensar en la Cabalgata de Reyes, tenía bastantes ganas de que llegara ese gran momento.
Al fin llegó el día de Reyes, no lo deseaba tanto por las Cabalgatas, también por los regalos. Recuerdo que me regalaron un patinete de dos ruedas, una moto radio control, un poco de dinero para comprarme algo y algunos juegos para ordenador y XBOX
¡Año nuevo, vida nueva!
¡Fue una de mis mejores NAVIDADES!
Rocío García León 3º A
ResponderEliminarUna navidad diferente:
Esta navidad va a ser muy diferente a las otras. Porque esta navidad va a faltar una de las personas que mas quiero, pero se pasara como se pueda. Esta navidad será lo típico iremos mis amigas y yo ha haber los reyes magos, iremos al cine, igual que la navidad del año pasado, fue muy bonita, estábamos deseando que llegara el día de reyes para ver los regalos, ver la felicidad de mi hermana. Esos saltos que pegaba cuando vio los regalos o cuando en esa mañana me llamaba muy temprano diciendo que ya estaban los regalos debajo del árbol de navidad. Esa noche antes, le costaba mucho trabajo dormirse porque quería esperar a los Reyes Magos y mi madre y yo diciéndole que no. El día de Reyes como una loca cogiendo los regalos, íbamos todos a casa de mi tita y de mi abuela a recibir los regalos y ese día tenemos una tradición de quedarnos en casa de mi abuela para comer porque es su santo y vamos todos los años, pero este año iremos pero con menos ganas. Yo si quiero algo por navidad es la felicidad de esa hermana que tengo. Me acuerdo muy bien de una noche de noche vieja que hicimos una fiesta de disfraces, para la cena nos fuimos todos al campo de Sanlucar. Allí nos reímos un montón y nos lo pasamos muy bien. Después de las uvas, mi hermano y yo nos fuimos a Villanueva a las fiestas que cada uno teníamos. Lo que mas me gusta de la navidad es poner el árbol de navidad, el portal, decorar la casa y esas cosas que se suelen hacer como una chiquilla pequeña.
Ana Gil-Bermejo Bdez-Zerpa
ResponderEliminarMi hermana la pava
Era el día de las cabalgatas de los reyes magos, el día 5 de enero por la noche. Por mi casa, pasan a eso de las 10 y media y toda mi familia, que somos cerca de 20 entre tíos, primos etc. Las cabalgatas se componen de tres carrozas con los correspondientes reyes y otras 5 o seis decoradas con distintos temas, winnie de poow etc..
Bueno, pues la cabalgata de los reyes son las que más cosas tiran , pelotas, juguetes… Ese día habia mucha gente en mi pueblo, Villanueva del Ariscal , y casi todo el mundo estaba al alado de las cabalgatas de los reyes para coger más cosas. Cuando ya se acercaba la primera cabalgata del rey, mi prima que vestía con un chaquetón con el gorro de pelos estaba agachada cogiendo caramelos. Mi hermana, preocupada por que le arroyara la multitud le dijo que se levantara pero no le hizo caso. Ella volvió a repetirselo unas cuantas veces hasta que se hartó y le copio por los pelos y le dijo: ¡ QUE TE LEVANTES! Entonces, un hombre muy robusto se levantó y le contesto : ¡Que quieres?! Mi hermana medio asustada y medio riendose le pidió perdón y se fue a otro lado. Yo, que estaba viendo toda la situación se lo conté a mi prima nieves y las dos empezamos a reírnos como dos locas, y aquí termina mi historia de navidad.
Mª Carmen Alamillo Rodríguez. 3ºA
ResponderEliminarLas navidades mas felices de mi vida:
Como todos los años mi madre y yo empezamos, semanas antes a comprar los reyes para toda mi familia. Pero como me dijo mi madre esta navidad seria distinta y no se equivoco fueron las mas felices de mi vida. Ese año Iván a venir Mi familia de Murcia y Galicia. Cuando yo me entere estaba muy contenta porque hacia años que no los veía a ninguno, por tanto al enterarme de eso ya serian mas regalos los que tendríamos que comprar. Ese mismo dio que nos enteramos mi madre y yo salimos a terminar de comprar todos los regalos, Al llegar a mi pueblo ya habían llegado todos cuando los vi. ni los reconocí habían cambiado mucho eran súper grandes, todo esto sucedió días antes de noche buena, Al llegar noche buena nos llevamos todo el día preparando para cenar por la noche, pero todo era distinto había mas gente en casa de mi abuela todos estamos muy contentos. Por fin llego la hora de sentarnos todos en la mesa comenzamos a cenar y al terminar como todos los años mi abuela nos comenzó a dar los regalos que nos había traído papa Noel. Ese día fue distinto porque todos teníamos mas regalo pero como dijo mi prima mas pequeña que fue lo que nos llamo mas la atención a todos que a ella no le importaban los regalos su regalo había llegado hacia ya dos días y todos le preguntamos que ¿cual era ese regalo que ya había llegado? Y ella nos contesto que el regalo era haber visto a todos sus primos de Murcia y de Galicia y sobre todo ver los felices que estaban mis abuelos. En ese momento todo nos quedamos sin palabras ya que nadie se esperaba que una niña de 6 años dijera eso. A la mañana siguiente como siempre íbamos otra vez a casa de mi abuela a almorzar lo que había sobrado y todo el mundo hablaba de lo que había dicho mi prima cecilia. Pasaron todos los días hasta que llego noche vieja ese día si que fue especial todos los nietos le sorprendimos a mis abuelos con un montaje en Power point, que trataba de cómo había conocido a mi abuela y como fue teniendo a sus hijos y poco a poco como llegamos todos los nietos. Cuando mi abuelo termino de ver el video estaba llorando no se esperaba eso y quienes se quedaron mas impactados fueron mis tíos de Murcia y Galicia ya que a ellos también lo habíamos metido en el video. Esta fue la navidad mas especial que yo tuve no por los regalos ni por nada si no porque estábamos toda la familia y no faltaba nadie
Juan Manuel Reyes Moreno 3ºA
ResponderEliminarLo siento mucho profesor, pero se me ha olvidado poner el título a mi historia, al enviar el comentario me he dado cuenta de que se me había olvidado. Bueno dejo el título aqui, por si sirve de algo, GRACIAS: ¡Una Navidad inolvidable!
Ana Gil-Bermejo Bdez-Zerpa
ResponderEliminarMi hermana la pava
Era el día de las cabalgatas de los reyes magos, el día 5 de enero por la noche. Por mi casa, pasan a eso de las 10 y media y toda mi familia, que somos cerca de 20 entre tíos, primos etc estaba allí. Las cabalgatas se componen de tres carrozas con los correspondientes reyes y otras 5 o seis decoradas con distintos temas, winnie de poow etc..
Bueno, pues la cabalgata de los reyes son las que más cosas tiran , pelotas, juguetes… Ese día habia mucha gente en mi pueblo, Villanueva del Ariscal , y casi todo el mundo estaba al alado de las cabalgatas de los reyes para coger más cosas. Cuando ya se acercaba la primera cabalgata del rey, mi prima que vestía con un chaquetón con el gorro de pelos estaba agachada cogiendo caramelos. Mi hermana, preocupada por que le arroyara la multitud le dijo que se levantara pero no le hizo caso. Ella volvió a repetírselo unas cuantas veces hasta que se hartó y le cogío por los pelos y le dijo: ¡ QUE TE LEVANTES! Entonces, un hombre muy robusto se levantó y le contesto: ¡Que quieres?! Mi hermana medio asustada y medio riéndose le pidió perdón y se fue a otro lado. Yo, que estaba viendo toda la situación se lo conté a mi prima nieves y las dos empezamos a reírnos como dos locas, y aquí termina mi historia de navidad.
(PROFE ESTA ES LA BUENA , LA QUE HE PUBLICADO ANTES BORRALA XFA)
Ana Gil-Bermejo Bdez-Zerpa 3ºA
ResponderEliminarMi hermana la pava
Era el día de las cabalgatas de los reyes magos, el día 5 de enero por la noche. Por mi casa, pasan a eso de las 10 y media y toda mi familia, que somos cerca de 20 entre tíos, primos etc estaba allí. Las cabalgatas se componen de tres carrozas con los correspondientes reyes y otras 5 o seis decoradas con distintos temas, winnie de poow etc..
Bueno, pues la cabalgata de los reyes son las que más cosas tiran , pelotas, juguetes… Ese día habia mucha gente en mi pueblo, Villanueva del Ariscal , y casi todo el mundo estaba al alado de las cabalgatas de los reyes para coger más cosas. Cuando ya se acercaba la primera cabalgata del rey, mi prima que vestía con un chaquetón con el gorro de pelos estaba agachada cogiendo caramelos. Mi hermana, preocupada por que le arroyara la multitud le dijo que se levantara pero no le hizo caso. Ella volvió a repetírselo unas cuantas veces hasta que se hartó y le cogío por los pelos y le dijo: ¡ QUE TE LEVANTES! Entonces, un hombre muy robusto se levantó y le contesto: ¡Que quieres?! Mi hermana medio asustada y medio riéndose le pidió perdón y se fue a otro lado. Yo, que estaba viendo toda la situación se lo conté a mi prima nieves y las dos empezamos a reírnos como dos locas, y aquí termina mi historia de navidad.
(PROFE ESTA ES LA BUENA , LA QUE HE PUBLICADO ANTES BORRALA XFA)
Gloria Rodríguez Rodríguez 3ºA
ResponderEliminarUna ilusión, un sueño.
Aquel día, era un día especial, no era como otro cualquiera, uno de los mejores días. En aquel entonces vivíamos en Córdoba y yo tenía 3 años.
En las cabalgatas, la multitud de gente me aprisionaba, empujaba… pero no había problema, allí estaba mi padre para cogerme en sus hombros. Yo admiraba a la gente feliz, muy sonriente e impaciente por la llegada de los esperados Reyes Magos. Lo que mas me gustaba era coger los caramelos del suelo y poniendo un paraguas abierto al revés y demás regalos que tiraban aquellas personas de allí arriba, a las que yo veía tan grandes. Siempre gritaba y gritaba con todas mis fuerzas para que los regalos fueran en mi dirección, aunque pocas veces podían oírme por todas las voces que había a mi alrededor, todas vociferando también para el mismo fin. Por fin aparecieron a lo lejos los tres reyes, aunque al que mas atención presté fue a Baltasar, ya que siempre he sido partidaria de el. Cuando terminaron de pasar, estaba muy nerviosa por que me parecía increíble que ellos tres estuvieran allí, tan cerca mía.
Nos fuimos a mi casa y empezamos a mirar todo lo que habíamos recogido en una gran bolsa. Había objetos de todo tipo: Caramelos, chicles, peluches… la mayoría de las cosas cogidas por mi padre, el mas alto de la familia.
Ahora solo quedaba esperar a que llegaran a mi casa por la noche, a dejarme los regalos que tanto deseaba y había pedido en mi carta.
Antes de irme a la cama, les puse en la mesa tres vasitos de anís del mono, tres vasos de agua para los camellos y tres polvorones en unos platitos.
Cuando por fin estuve en la cama, no podía dormir, como me pasaba todos los años. Empecé a dar vueltas en la cama con ese nerviosismo infantil e inocente de todo niño el día de reyes. Me empezaron a entrar ganas de levantarme de la cama e ir corriendo al salón, para ver si ya habían venido, pero mi madre siempre me decía que los reyes se dan cuenta cuando estas dormida y cuando no y que si me veían despierta, no me dejarían regalo. Esperé con los ojos cerrados y solo obtuve el silencio de una casa vacía, aun así decidí levantarme al servicio, a pesar de la oscuridad que tanto miedo me daba. Empecé a caminar por el largo pasillo y justo antes de llegar a la puerta del salón, que estaba entreabierta, me asomé a ver si había algo o alguien allí. Cuando lo hice, tuve ganas de gritar y salir corriendo. Estaba allí, justo delante del árbol de navidad, agachado, con una capa blanca con adornos rojos y negros, una corona, guantes blancos… Era increíble, ¿Cómo podía estar Baltasar en mi casa?, ¿Cómo había entrado el allí? Corrí a mi cama cuando pensé que podía verme en cualquier momento y cuando llegué, cerré los ojos con fuerza e intenté dormirme y al final de todo, lo conseguí. A la mañana siguiente me levanté decidida y fui corriendo al cuarto de mis padres para despertarlos e ir al salón. Cuando llegué, puede observar todos los regalos allí puestos debajo del árbol y pensé en no decir nada de lo que había visto aquella noche mágica, que no se volvió a repetir.
Probablemente sería un sueño por la emoción del momento, de aquella noche. Lo que se, es que yo vi a un rey mago en mi salón y ese momento no se me olvidará en la vida.
:)
ResponderEliminarElisa Ciorata Mihalcea 3ºA
ResponderEliminarEl despertar
Como a todos los niños, en un 20 de diciembre la ilusión de que llegara la Navidad me llenaba, pero aún así mis problemas familiares impedían mi deseado afán de ser feliz. Estuve reflexionando sobre lo que debía hacer y llegué a la conclusión de que para resolver todos esos problemas sólo la palabra podía serme útil. Y funcionó, empecé a llevarme mejor con ellos y todo iba mejor de lo que esperaba. Varios días después nos dieron las notas y como cada año nos fuimos a pasar las Navidades en Badajoz con unos amigos. Al llegar nos recibieron con mucho cariño y amabilidad, pero no pude hablar con ellos ni nada parecido porque estaba demasiado cansada como para hacerlo. Al día siguiente ya era 24 de diciembre ¡qué alegría! Nos fuimos de compras y luego a dar un paseo por el parque, al volver comimos y descansamos un poco. Ya eran las 8 de la noche y fui a pasear a los perros, cuando regresé una luz incandescente que procedía del salón se encendió… ¡era el árbol de Navidad! Era algo mágico, jamás había visto algo así, la verdad es que fue un espectáculo maravilloso, esa noche comimos filete estuvo delicioso y más tarde sobre las 12 me iba a acostar pero observé que había algo debajo del árbol, pensé que eran imaginaciones mías pero mi curiosidad sin límites fue la que eme empujó a ver qué se escondía bajo ese manto de luces. Obviamente eran los regalos y mi emoción era extrema, me puse a gritar como si estuviera demente, no sé porqué lo hice pero fue así. En breve todos estaban alrededor nuestra, en ese momento supe que nada más importaba, que enfadarme no servía de nada y que todo lo que jamás quise tener estaba allí mismo junto a mi lado. Se puede decir que en ese momento desperté del mundo en el que vivía, un mundo de discusiones y enfados, un mundo en el qué mi verdadero yo no existía un mundo irreal. Ahora sé que la vida no es tan mala como los demás la pinta, siempre depende de cómo la mires.
Manuel Jesús Camacho García. 3º A de ESO.
ResponderEliminar¡Ya llegó la Navidad!
Con ilusión y deseo, todos esperábamos la Navidad impaciente. El día anterior a nochebuena mis abuelas y mi madre realizaban los preparativos de la Navidad; las comidas.
En todas las casas ocurre lo mismo en estas fechas, el ajetreo de las últimas compras, dónde se realiza la cena de Nochebuena, cuántas personas se reúnen y a que hora.
Ese día, mi abuelo, mí hermana y yo fuimos a dar un paseo por el parque, y recuerdo la puesta de sol, fue un atardecer precioso. Esa noche hizo mucho frío.
Por fin llegó el día 24, y aquella noche todos nos reunimos en familia, para conmemorar un gran suceso para nosotros los cristianos: el nacimiento del Señor, el Mesías, el Salvador. Todos estábamos muy felices y contentos de tenernos unos a los otros, de estar un año más reunidos en familia: mis padres, mis abuelos, mi tía, mi hermana y yo. A las doce de la noche fuimos a la misa del Nacimiento, y como todos los años fue preciosa.
Eva López López 3º ESO A
ResponderEliminarEL RECUERDO DE UNA PERFECTA NAVIDAD
Un día una niña fue a casa de sus abuelos, porque se acercaba la navidad y tenían que ir preparando los adornos de la casa. Todos los años toda la familia ayudaba con los adornos de navidad ya que los abuelos se encontraban un poco débiles. Todas las navidades parecían perfectas hasta que una persona falleció .Desde entonces no eran como siempre .Aquella niña solo tenia tres años, pero se dio cuenta de que las cosas habían cambiado. Ya no había en el rostro de todos los miembros de la familia esa sonrisa que siempre había, aunque ellos hacían todo lo posible para recuperarla.
Pasando los años aquella niña se hacia mayor y todo poco a poco se iba superando. Pasaron cuatros años aproximadamente de aquella desgracia, pero parecía que todo volvía a la normalidad. Esos buenos tiempos iban regresando cuando la navidad se acercaba, en los que solo habían motivos para reír y muy pocos para llorar. Las costumbres iban volviendo, como adornar la casa de los abuelos entre todos, pasar las fiestas juntos y recibir aquellos regalos que a los niños les encantaban y esperaban con ansia. Aquella niña de ojos azules y pelo rubio se iba haciendo mayor, tenia ya una edad que se consideraba un poco mayor, llegando a la adolescencia. El día de los reyes esa niña se puso a recordar en su cuarto momentos que vivió cuando era pequeña, por ejemplo cuando sus amigas le decían que esos regalos que recibía el día de los reyes no aparecían por magia, sino por el dinero de sus padres, pero ¿a quien no le ha pasado eso? (pensaba ella). En aquellos momentos se pasaban bien , pero ahora que estaba creciendo ya nada seria igual que antes .Por primera vez podía decir que una mentira le hizo feliz en su infancia .Pero para eso están los recuerdos , para recordarlos cuando más te hagan falta.
Antonio Morillo Rivero 3ºA
ResponderEliminarLa mejor navidad de todas
Nos remontaremos al año 2007, fue cuando impaciente esperaba el día de las vacaciones de navidad aunque sea una de las más cortas, la más bonita. El día que por fin acabaría el colegio me darían las notas y nos iríamos a reunirnos con nuestras familias, amigos. Pero yo estaba disgustado, ya que con las notas bajas que saqué, por lo cual mis padres se desilusionaron y a la vez el día 6 de enero sería el peor de todos. Cuando llegué a casa lo primero que hice fue enseñarles las notas.
Más tarde mi padre llegó y me desilusioné porque no quería que esto hubiese pasado, mi padre me dijo que esto tendría consecuencias, yo apenado me dirigí a mi cuarto y tras pasar algún tiempo recapacité y hablé con mi padre, le dije que aunque sacase esas notas me esforzaría para mejorarlas. No fue una mentirá era lo que maduramente pensé. Mi padre lo comprendió y me dijo que si era verdad que me dejaría las navidades libres, que podía salir.
Yo agradecido me porté bien y me reunía con mis amigos, y a veces estudiaba las materias que estaban flojas. El momento más esperado llegaba, era noche vieja, y la íbamos a pasar en Sanlúcar, que mejor sitio donde celebrarlo en el cuál te has criado y están tus amigos. Cuando pasaron las Uvas y todos lo celebramos salí con mis amigos, era un día muy feliz. Preocupado por el día de Reyes pero a la vez asumida la situación, me levante y nada más levantarme vi la Bicicleta la cual había soñado toda mi vida, entusiasmado corrí hacia mi padre y le día un abrazo enorme, estaba tan feliz que en el segundo trimestre estaba entusiasmado.
Devería de haber 3 separaciones en el texto pero bueno... Antonio Morillo Rivero. Lo siento
ResponderEliminarRafael López Liria 3ºA
ResponderEliminarUna maravillosa navidad
Un día muy famoso de de la fiesta llamada navidad donde se celebra el nacimiento de Jesús y la entrada de nuevo año. Este día tan famoso es el día de reyes, que salen cabalgatas tirando juguetes, caramelos, muñecos etc., y salen en casi todos los pueblos como es costumbre.
Este año era diferente pues mi tío Antonio salio como rey negro (Baltasar). Nos disfrazamos de pajes toda la familia sobre todo mis primos para acompañarlo, los mas chicos se subieron a la carroza tirando caramelos, y los más grandes iban andando alrededor de la carroza cantando con una charanga, también tiraron cosas pero menos.
Me pareció una noche estupenda por haber estado todos juntos y no lo pasamos muy bien. Nunca lo olvidare.
Maria hidalgo Ortiz 3ª eso A
ResponderEliminarHace ocho años cuando solo solo tenia 7 años, descubrí que los reyes magos no existían, que solo era una historia fantástica para que tuviéramos ilusión y una esperanza de levántanos por las mañanas y ver debajo del árbol los regalos.
Cuando me entere no podía creer lo todo era una gran mentira y yo, como una tonta meló creí todo Luego intente comprender lo un poco mejor .Ya Lugo no me fastidiaba tanto.
Y entonces comprendí que era bueno tener esperanza, y ver la alegría de los niños al levantarse y ver sus regalos debajo del árbol. Después todo loa años ayudo a mi hermana a envolver los regalos de navidad.
Cristina Cárdenas Díaz del Real. 3º A.
ResponderEliminar``El final de nuestra historia´´
Primer día de navidad. El cielo esta lleno de mantos de nubes que cada cierto tiempo cesaban dejando pasar el hermoso reflejo de la luna. Infinidad de truenos sonaban rompiendo el silencio de la noche, mientras los relámpagos hacían gala de tenebrosos e inquietantes destellos. Me encontraba sentada en el sofá, quedándome dormida por el bienestar de la copa, mientras veía con mis padres una película de comedia, ideal para calmar el oscuro ambiente de esa noche de navidad. En ese momento sonó un trueno muy cerca de la casa, por lo que mi pequeño y asustadizo, pero fiel compañero, no tardó en llamar a la puerta arañando con sus pequeñas patitas la madera, y ladrando desesperadamente. Me retiré de la copa dejándome inundar por el frío de la casa, y dirigiéndome hacia la puerta para abrir a Verdel, mi perro. Al ver que se encontraba muy asustado, lo lleve a mi cuarto para calmarlo con algún juguete, pero no resultaba, debido a los fuertes truenos. Entonces me acordé que la mejor manera para calmar a un animal, era hablándole con tranquilidad, así que opté por contarle cuentos donde él fuera el protagonista principal. A medida que iba contándolo, Verdel se ponía más contento y empezó a ignorar a la tormenta, dejándose llevar por la emoción del cuento.
Pasaban los días y las tormentas no cesaban, por lo que cada noche, metía a Verdel en la casa y le contaba una historia diferente a la anterior, hasta que una noche, él no vino. Preocupada, salí al patio y grité su nombre varias veces, pero no acudía, por lo que baje la rampa para ver si se encontraba en el patio trasero. Lo vi. Se encontraba debajo de un árbol con los ojos entreabiertos, gimiendo de miedo, y tal vez dolor. No pude contener el pensamiento de que se iba a morir, mientras corría hacia el salón donde se encontraban mis padres, y, nerviosa les expliqué el estado en el que se encontraba mi fiel compañero, pero era de noche y ningún veterinario estaba abierto. Volví a bajar a donde se encontraba Verdel, para rodearlo con una manta y quedarme allí con él, contándole su historia, nuestra historia, rogándole que aguantara, que no se muriera.
Allí abajo, sentada en un escalón, pensando que seguramente esa seria mi ultima noche con verdel, empecé a contarle nuestra verdadera historia, desde que lo vi por primera vez en una caja rodeado por sus hermanos, hasta ese día, ese triste día. Cuando terminé, ya estaba amaneciendo, empezando así la noche buena, un día feliz para mucha gente, excepto para mí. Entonces vi que verdel me miraba con miedo, pero a la vez con cariño, mientras una lágrima atravesaba mi mejilla sonrosada por el frío de la noche. Finalmente, lentamente empezó a cerrar sus ojos, perdidos en la lejanía de otro mundo, curiosos y miedosos al mismo tiempo, contándome así, el final de su historia, el final de nuestra historia.
José Ignacio 17/12/10
ResponderEliminarHerrera Hurtado
Los recuerdos de aquellas Navidades
Hoy es un día muy especial debido a que por la tarde salen las cabalgatas, después de comer salí de mi casa con unas cuatro o cinco bolsas con las cuales esperaba traer muchos caramelos y juguetes a mi casa, iba acompañado por mi padre y esperamos a la cabalgata en una esquina, allí se habían agrupado muchas personas, ya estaban aquí delante de mí y sin saber lo que hacer mi padre me subió en los hombros y me dijo que intentará coger todo lo que tiraban los reyes que iban subidos en las carrozas, pasamos toda la tarde así hasta que oscureció y la cabalgata se recogió, menos mal porque un poco más y tenemos que llevar a mi padre al centro de salud. Yo estaba allí delante de todos esos juguetes y caramelos, de repente mi madre me llamó para que me duchara y a las once de la noche más o menos ya estaba en mi cama dispuesto a dormir rápido para que los reyes pasen pronto por mi casa.
Serían las 8:30 de la mañana, yo me desperté de un salto de la cama y me dirigí hacia el cuarto en mis padres para despertarlos e ir abajo a por los regalos, al bajar me llevé una gran sorpresa debido a que en el salón no había más que un rastro de caramelos, entonces deduje que era una pista y que deberían seguirla, lo hice y creo que me llevó por todas las partes de la casa en las cuales encontraba regalos muy bien escondidos, la pista se acabó delate de una puerta cerrada, era la puerta del cuarto de baño y sin dudarlo un instante la abrí, allí se encontraba un regalo muy voluminoso, tenía una ligera idea de lo que podría ser, pero no iba a esperar más, así que tire del papel y… era lo que me suponía, una bicicleta. Al final los regalos se acabaron pero yo me quedé bastante contento con todo lo que me habían traído y con una sonrisa en la cara todavía recuerdo aquellos momentos.
Marta Mármol Muñoz. 3º A de ESO.
ResponderEliminarMis navidades pasadas
Empezaron mis vacaciones de navidad el 22 de Diciembre cuando me dieron las notas yo estaba feliz porque había sacado muy buenas notas, pero sabía que no iba a ser una Navidad como la anteriores faltaba una persona muy importante, un tesoro para mi familia. El clima en mi familia era frío, los adultos lloraban y lloraban, los niños pequeños no sabían porque esa actitud de las persones mayores ante unos días tan significativos. El día de navidad se presento sin cena, cada miembro de la familia se quedo en su casa, el día de nochevieja se presentaba tampoco sin ningún evento pero por la noche me invito Lucia a pasar la noche con ella y con su familia. El día de reyes se iba acercando, el día de la cabalgata es el día mas esperado por todos mis primos incluso para mí, es un recuerdo que siempre recuerdo. Ese 5 de Enero me levante muy ilusionada, fui al cine con mi prima Cristina, comimos en su casa y mas tarde a las 5 me arregle para irme con mis amigas a ver la cabalgata de los reyes, por la noche fuimos todos a casa de mis abuelos a por los regalos, mas tarde fuimos a mi casa para abrir los regalos, mas tarde a casa de mi tita Rocío y por último a casa del tesoro de mi familia donde las lagrimas volvieron aparecer. Fui un día muy bonito y muy intenso por lo cual me quede dormida muy pronto. Al día siguiente fuimos a comer toda la familia a un restaurante, fue unas navidades un poco triste pero a la vez alegres.
El regalo de mi navidad, un amor de locos.
ResponderEliminarEs difícil de contar o explicar pero yo lo intentaré, intentaré contaros mi navidad pasada, llena de desilusión. Aquí empieza mi historia, lo que haría que esas navidades fueran las más dolorosas de todas. ¿EL motivo? Sinceramente, no es difícil de entender…
Tantas veces se dice que la navidad llega a casa y se nota, nos sentimos acogidos por la familia, el calor de la chimenea, el iluminado árbol decorado con amor. Yo no tenía esa navidad, estaba sola, sentada delante del fuego, tapada con la manta que me hizo mi abuela, fue el regalo de las navidades anteriores. Somos una familia sencilla, sin complicaciones, humilde, pobre pero muy honrada. Muchas veces parece que esto es lo peor de todo, pero os equivocáis, ami nunca me faltó nada, solo añoraba una cosa, por la que lloraba tarde tras tarde delante de la chimenea y cada vez que venía mi madre temía que me viera así, que descubriera en mis ojos el dolor de un desamor. Sí, es eso lo que me pasaba, pero no era cualquier tontería, no era un amor caprichoso ni un amor de estos que se tiene por amar, era un amor que llevaba conmigo desde la infancia, desde que lo vi cruzar esa calle por primera vez. Cuando era pequeña, cada sábado salía a la calle a jugar y me enfadaba con mi madre si no me dejaba, necesitaba verlo, oir su voz, su risa, su llanto...Era chica, pero nadie me podía impedir amar como un adulto, nadie me podía prohibir sentir todo lo que sentía, amar con esa locura, nadie podía evitar que yo lo quisiera como lo hacía, nadie podía. Cada vez el amor se hacía mas y mas grande, crecía por momentos y yo no sabia lo que me pasaba, prefería su bienestar antes que el mío, su felicidad antes que la mía y fue esto lo que arruinó mis navidades, comprendí que estaba enamorada, pero eso no era lo malo, lo malo era que estaba enamorada de la persona equivocada. Tantas veces lo veía cruzar la calle agarrado de su mano, de la mano de aquella chica. Medía 1’40 y su pelo era rubio, un rubio intenso que desprendía olor a jazmín y que se notaba a distancia. Aquella imagen fue mi perdición, mi delirio, el verlo agarrado de aquella niña tan guapa y tan diferente ami, tan mayor y yo tan pequeña. No sabía que hacer, la desilusión me abarcaba y no podía tragar, tenía un nudo en la garganta. No comía y lo que comía me sabía amargo. Necesitaba hablar con alguien y se lo conté a mi madre, fue ella la que me escuchó. Le conté todo, le expliqué con detalles lo que sentía, le dije que mi amor no era un amor caprichoso, era un mor loco de amor, un amor libre, un amor que aún no domé. Ella, cumplió con su obligación, me intentó animar, pero al ver mi negatividad me dijo que me dejara de bobadas, que era un amor de chiquillos, un amor de niños chicos. Yo cogí, me fui a mi cuarto y empezé a llorar y a pensar, determiné por olvidarle, sacarlo de mi vida y seguir con mi adolescencia. A pesar de ello después bajé, la pillé por sorpresa y sin comerlo ni beberlo le solté… ¿Un amor de niños? ¿Realmente eso crees que es? Y aunque fuera así, aunque fuera una niña sin razón… ¿no es acaso el amor así más bonito? ¿No es el primer amor, el que se tiene de niños, el que nunca se olvida? ¿El más especial? ¿El que te deja marcado/a? Ella bajó la cabeza y comprendió que era tan grande mi dolor que necesitaba tenerla conmigo.
Nieves Orozco, 3ºA
ResponderEliminarEl regalo de mi navidad, un amor de locos.
Es difícil de contar o explicar pero yo lo intentaré, intentaré contaros mi navidad pasada, llena de desilusión. Aquí empieza mi historia, lo que haría que esas navidades fueran las más dolorosas de todas. ¿EL motivo? Sinceramente, no es difícil de entender…
Tantas veces se dice que la navidad llega a casa y se nota, nos sentimos acogidos por la familia, el calor de la chimenea, el iluminado árbol decorado con amor. Yo no tenía esa navidad, estaba sola, sentada delante del fuego, tapada con la manta que me hizo mi abuela, fue el regalo de las navidades anteriores. Somos una familia sencilla, sin complicaciones, humilde, pobre pero muy honrada. Muchas veces parece que esto es lo peor de todo, pero os equivocáis, ami nunca me faltó nada, solo añoraba una cosa, por la que lloraba tarde tras tarde delante de la chimenea y cada vez que venía mi madre temía que me viera así, que descubriera en mis ojos el dolor de un desamor. Sí, es eso lo que me pasaba, pero no era cualquier tontería, no era un amor caprichoso ni un amor de estos que se tiene por amar, era un amor que llevaba conmigo desde la infancia, desde que lo vi cruzar esa calle por primera vez. Cuando era pequeña, cada sábado salía a la calle a jugar y me enfadaba con mi madre si no me dejaba, necesitaba verlo, oir su voz, su risa, su llanto...Era chica, pero nadie me podía impedir amar como un adulto, nadie me podía prohibir sentir todo lo que sentía, amar con esa locura, nadie podía evitar que yo lo quisiera como lo hacía, nadie podía. Cada vez el amor se hacía mas y mas grande, crecía por momentos y yo no sabia lo que me pasaba, prefería su bienestar antes que el mío, su felicidad antes que la mía y fue esto lo que arruinó mis navidades, comprendí que estaba enamorada, pero eso no era lo malo, lo malo era que estaba enamorada de la persona equivocada. Tantas veces lo veía cruzar la calle agarrado de su mano, de la mano de aquella chica. Medía 1’40 y su pelo era rubio, un rubio intenso que desprendía olor a jazmín y que se notaba a distancia. Aquella imagen fue mi perdición, mi delirio, el verlo agarrado de aquella niña tan guapa y tan diferente ami, tan mayor y yo tan pequeña. No sabía que hacer, la desilusión me abarcaba y no podía tragar, tenía un nudo en la garganta. No comía y lo que comía me sabía amargo. Necesitaba hablar con alguien y se lo conté a mi madre, fue ella la que me escuchó. Le conté todo, le expliqué con detalles lo que sentía, le dije que mi amor no era un amor caprichoso, era un mor loco de amor, un amor libre, un amor que aún no domé. Ella, cumplió con su obligación, me intentó animar, pero al ver mi negatividad me dijo que me dejara de bobadas, que era un amor de chiquillos, un amor de niños chicos. Yo cogí, me fui a mi cuarto y empezé a llorar y a pensar, determiné por olvidarle, sacarlo de mi vida y seguir con mi adolescencia. A pesar de ello después bajé, la pillé por sorpresa y sin comerlo ni beberlo le solté… ¿Un amor de niños? ¿Realmente eso crees que es? Y aunque fuera así, aunque fuera una niña sin razón… ¿no es acaso el amor así más bonito? ¿No es el primer amor, el que se tiene de niños, el que nunca se olvida? ¿El más especial? ¿El que te deja marcado/a? Ella bajó la cabeza y comprendió que era tan grande mi dolor que necesitaba tenerla conmigo.