domingo, 9 de diciembre de 2012

Historias de Navidad III


Avanza el mes de Diciembre, se aproximan las cálidas fiestas navideñas,  y parafraseando la popular canción Love is all around, todo a nuestro alrededor sabe ya a Navidad. En click2words nos disponemos a celebrar nuestro tradicional certamen de relatos navideños; estáis invitad@s a compartir en este blog imborrables recuerdos de una festividad tan entrañable y familiar. Como en anteriores ocasiones os dejo, a modo de ejemplo, mi propia historia y os invito a que disfrutéis también de las creaciones de vuestr@s compañer@s de cursos anteriores: las encontraréis en los posts Historias de Navidad e Historias de Navidad II, en la sección de Relatos Navideños.

La Bella Durmiente

Mi historia comienza en los primeros días de Junio varios años atrás. Navegando por internet entré en la página de un teatro londinense y leí sobre las distintas obras de su programa anual. De entre ellas me sedujo una en especial, el ballet La Bella Durmiente. Os parecerá una locura pero decidí comprar dos entradas para la representación que tendría lugar en Diciembre. Las entradas no me las enviarían a casa, sino que debía recogerlas en el propio teatro. ¡Ah!, olvido decir que entonces yo no estaba casado, ni tenía novia. 

En los días posteriores pensé con frecuencia en quién me podría acompañar si finalmente viajaba a Londres para ver el ballet. ¿Quizás alguno de mis hermanos? ¿algún amigo? ¿alguien que todavía no conocía? Podría también regalarles las entradas a mis padres. En cualquier caso, el problema radicaba en el lugar de la representación: las entradas necesitaban de un par de billetes de avión y un sitio en el que alojarse. "Bueno, hay varios meses por delante, ya veremos qué pasa hasta entonces" pensé.

El viaje a la Navidad en Londres estuvo lleno de momentos y sitios inolvidables: luces, árboles, y decorados por todas partes; chocolate caliente junto a un Big Ben que marcaba las cuatro de la tarde bajo el cielo ya oscurecido; sandwiches y risas compartidos con ardillas, todos ateridos por el frío en el parque; trayectos en la planta de arriba de los autobuses rojos; sabrosas galletas de chocolate en el departamento de alimentos en Harrod's; o la preciosa pista de patinaje sobre hielo en Somerset House.

El sábado 9 de Diciembre amaneció frío y soleado. El metro nos llevó hasta la estación de Covent Garden, y un agradable y corto paseo a pie a la recepción del teatro, donde, atendidos con toda amabilidad, recogimos las entradas. Era todavía temprano, tuvimos tiempo de pasear por la zona y disfrutar de su alegre ambiente navideño, presidido por un gran árbol con bolas de todos los colores situado en la parte de atrás de la iglesia de St. Paul. 

Cuando escribo estas líneas se cumplen seis años de aquel día. Antes de entrar al patio de butacas recorrimos diversas partes del teatro. A mí me gustaron mucho su fachada, de estilo neoclásico, y el gran espacio con paredes y techo de cristal en el que la gente tomaba algo antes de la representación. Ya en nuestros asientos estábamos embelesados por la grandiosidad del recinto, con aquel inmenso telón de terciopelo rojo que escondía miles de pasos y movimientos que en pocos minutos contarían un cuento de Navidad. Cuando el telón se abrió la belleza de los decorados y las primeras notas musicales de la orquesta hicieron que quien hoy es mi mujer y yo apretáramos nuestras manos ya cogidas.  

23 comentarios:

  1. Rafael Moreno Sánchez-Palencia 3ºA nº 19

    El Viaje
    En esta historia os quiero contar un viaje que hice en navidad.
    Era el día de navidad cuando toda la familia nos dirigíamos al aeropuerto, íbamos a realizar un viaje a Noruega, sería fantástico: la nieve , los trineos.... lo pasaremos muy bien. En el avión todo el mundo estaba cantando villancicos y repartiendo dulces navideños hasta llegar a nuestro destino. Al llegar nos dirigimos a un lujoso hotel en lo alto de una preciosa montaña recubierta de nieve, nos pasamos todo el día esquiando y jugando en la nieve. Aunque todo el viaje no fue perfecto ya que hubo una gran avalancha y nos quedamos incomunicados, aun así nos lo pasamos muy bien comiendo dulces navideños típicos de allí y chocolate caliente, fue un viaje fantástico que algún día me encantaría repetir.

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  2. Beatriz Garcia Silva. 3ªA


    Todo comienza un 24 de diciembre, día de navidad, cuando el pequeño niño, Gonzalo, de solo 8 años se levanta temprano como un día corriente para ir a trabajar. Su familia no es de la alta sociedad, podría decirse que tienen un bajo nivel social y por estas fechas siempre lo pasan mal y aceptan toda ayuda.
    Gonzalo no sabía lo que era el cariño de un padre, su madre, Lucia, era viuda desde hacía 6 años y medio. Pero esto a él, le hace más fuerte, sabía que todo el cariño se lo tenia que dedicar a su madre, esa mujer morena de pelo largo, con ojos marrones siempre brillantes, que presenta un rostro apenado cuando no está con su pequeño Gonzalo, ese niño moreno con negros ojos y siempre una sonrisa en la cara para hacer que su madre la copie.
    El pequeño Gonzalo, trabajaba en la joyería del pueblo desde los 6 años, “la joyería de don pedro”. Don pedro era un buen hombre, muy profesional en su trabajo, pero un poco tacaño. Gonzalo tenía la ilusión de hoy poder salir un poco antes del trabajo para así, con lo que ganase ese día, poder comprar un poco de comida en la tienda del pueblo para darle a su buena madre una gran sorpresa este día tan especial. Esa misma tarde, mientras Gonzalo trabajaba los niños jugaban en el parque de enfrente con la fría nieve. Él se quedó fijamente mirando y escuchando como jugaban y reían aquellos niños de su misma edad, mientras él trabajaba para poder llevar a su casa algo con lo que cenar. Pensando en que él nunca ha podido disfrutar de eso, una clara y redonda lagrima corría por sus mejillas. El buen y tacaño Pedro desde la otra sala y viendo que este no trabajaba le llamó la atención diciéndole que se pusiera a trabajar que hoy no salía hasta que no terminara. Gonzalo tristemente y derramando esas lagrimas redondas y claras por sus mejillas se puso mano a la obra con el claro pensamiento de que su ilusión por llevar algo de comida a casa no podía hacerse realidad. Por su cabecita dos ideas claras revoloteaban, la de acabar su trabajo y el llegar a casa con algo de comida para sorprender a su madre.
    Por fin acabó su trabajo, pero dado el día en que se encontraba y lo tarde que era, las tiendas estaban cerradas. El pequeño niño paseaba por las frías y solitarias calles pensando como poder llevar a casa algo de alimento. Vagando desolado se le ocurrió pedir un poco de comida, solo lo que cada familia le pudiera dar. Llamó a la puerta de 6 casas pero solo se abrieron 3. Contento porque había conseguido una pequeña bolsa de mantecados y algo de chacina, decidió volver a casa.





    Camino de esta con la mirada hacia abajo y pensando cómo darle a su madre la sorpresa, una anciana se cruza en su camino preguntando el porqué de su caminar con este frío por las desiertas calles. Gonzalo con la cara rebozada de ilusión contestó que iba hacia su casa con la bolsa de comida que había podido conseguir para darle una grata sorpresa a su madre. La buena anciana conmovida por las palabras del crio, le invitó a pasar a su humilde casa donde le entregaría una bandeja de carne y algo de fruta. Este dándole infinitas gracias tomó camino a su casa con una sonrisa que iluminaba la cara acompañado por aquella buena vecina.
    Al llegar al destino, su casa, Gonzalo la invitó a que se quedara con su madre y con él a cenar esta noche del 24 de diciembre, ya que ella iba a estar sin compañía en su humilde casa. Lucía sorprendida por la llegada de su pequeño con la bolsa de comida y aquella pobre anciana invitada por este, le parecía una maravillosa idea que cenara con ellos. Añadió un cubierto a la mesa y rezando por su difunto padre, aquella simple mujercita se convirtió esa noche en una más de la honrada familia.

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  3. María Jesús Martínez 3ºA

    Tradiciones, dulces, arte y espectáculos a pie de calle que crea de manera natural espacios de encuentro. Una ciudad llena de cultura, historia y tradición, calles estrechas con niños que dejan ver la ilusión reflejada en sus ojos. Sueños cumplidos, familias unidas y a la vez gente sin techo compartiendo su felicidad. La maravillosa ciudad de Roma.

    Y ahí estaba yo caminando sin rumbo alguno por aquellas cálidas calles apreciando cada detalle que escondía aquella hermosa ciudad. La noche caía y se acercaba esa fecha tan esperada por todos; 24 de Diciembre junto a la fuente de Trevi preparada para lanzar mi moneda y con ella mi deseo.

    La plaza estaba abarrotada de gente, gente muy diferente y con una misma intención, vivir intensamente la Navidad. Cuando era demasiado tarde decidimos marcharnos al hotel, estabamos cansados, pues llevábamos todo el día disfrutando de sus históricos monumentos. Extraños sonidos comenzaron a escucharse a través de nuestra ventana, niños correteando por sus largos pasillos para ver de dónde provenía . Todos ansiosos y con ganas de descubrir lo que sucedía salimos a la puerta, era un espectáculo.

    Fuegos artificiales, bailes navideños, ancianos tomando churros y chocolate, calidez, ilusión y fantasía. Aún así lo único que me llamó verdaderamente la atención fue una persona humilde, sencilla, disfrutando como un niño pequeño y al parecer sin nadie que le acompañara esas Navidades. Fué ahfueonde verdaderamente me dí cuenta de lo afortunada que era; tenía una familia unida, una maravillosa ciudad donde celebrar esas fechas y entonces recapacité, quisimos acompañarlo el resto de la noche.

    Cuando acabó todo, al mismo tiempo que tomábamos un dulce chocolate, acompañabamos a ese señor a su casa y él muy amable y agradecido nos invitó a pasar. Pasaron las horas rápidamente y nos tubimos que ir hacia el hotel, recuerdo que hacía bastante frío, pero a pesar de todo hoy puedo decir que fueron y serán las mejores Navidades de mi vida.

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  4. Elena Palmar Feria 3ºA


    YA NADA ES LO MISMO

    Mi historia comienza en Diciembre de 2008:

    Al salir a la calle noté una cierta calidez en el aire, mientras paseaba por la plaza de mi pueblo me di cuenta de que las personas estaban muy felices, ¿que ocurría?.
    Cuando llegué a mi casa me di cuenta de todo, estábamos a principios de diciembre, lo cual quería decir que faltaba poco para navidad, y por eso todos estaban muy unidos y contentos, por el poco tiempo que quedaba para poder celebrar en familia estas bellas fiestas.

    Yo siempre celebro la noche buena con una parte de mi familia y la noche vieja con toda la familia unida. El día 6 de enero, día de reyes, iba a todas las casas de mis tíos para recoger todos los regalos que los reyes me habían dejado, pero la que yo esperaba con especial ansia era la casa de mi abuelo viudo, él siempre me ha querido mucho, pero yo por él sentía un cariño especial, quizás porque lo veía solo y cuando iba a visitarlo le daba mucha alegría verme,o quizás porque se portaba bastante bien conmigo.

    Pero mi abuelo sufría una enfermedad que no se podía curar, era ciego. Esta navidad la viví con intensidad a su lado, porque le diagnosticaron Alzheimer galopante, es decir, que en poco tiempo ya se olvidaría de mí, entonces aproveché hasta el ultimo momento. A cada rato yo le decía lo mucho que lo quería, y el me correspondía con un beso en la cara y un “yo te quiero mucho más”.

    Pasaron meses y cada vez iba a peor, un día no se acordaba de mi nombre, porque, aunque no me viera me reconocía con solo escuchar mi voz, y ya no se acordaba, yo me sentí como despreciada por él, pero en el fondo entendía que él no podía hacer nada, entonces todos los días yo le recordaba mi nombre, lo mucho que le quería y que nunca me iba a separar de él, iba todos los días a verle y estar con él un rato, para demostrárselo.

    Pero entonces un terrible día de Julio pasó algo que no olvidaré en la vida, él se puso peor, entonces decidieron llevárselo al hospital, allí se quedo hasta que su corazón aguantó, poco a poco el cuerpo se fue quedando frió, y todos sus hijos y nietos estuvimos allí con él hasta que se fue.

    Meses después vino la navidad, y con ella la unión de la familia, pero algo falta, algo tan importante como era él, mi abuelo, esa navidad la pasé un poco mal, porque más que nunca me di cuenta que era algo esencial en mi vida, pero ya no estaba. Ahora vivo al máximo los momentos en familia, porque puede que ya no pase más navidades con ella y no me quiero arrepentir de no aprovechar que todavía están.

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  5. María Sánchez-Palencia Reina 3ºA E.S.O

    Una Navidad diferente
    Este relato nos traslada a la Navidad pasada. Era 21 de Diciembre de 2011, un día muy señalado en esta fecha, porque se celebraba el sorteo de la lotería.

    El reloj marcaba las 9 de la mañana cuando íbamos camino de Sevilla con mis padres para el médico. Cuando salimos tomamos unos apetecibles churros, ya que era una mañana fría.

    Mi padre se fue a trabajar y mi madre y yo dimos un paseo por las calles de Sevilla, estaban preciosas con esos adornos, gente paseando, y algún que otro CD donde se escuchaban melodías navideñas.

    Durante el trayecto del autobús una llamada llegaba al teléfono de mi madre, era mi padre diciéndole una triste noticia, mi abuelo había sufrido un infarto cerebral e iba para el hospital muy grave. Yo como siempre muy curiosa al ver la cara asombrada de mi madre le pregunto. Ella como siempre para no hacerle daño me dijo que mi abuelo estaba un poco mareado, pero sin ninguna preocupación. Yo convencida por la respuesta de mi madre asiento con la cabeza y sigo pensando en mis cosas.

    Cuando llegamos a la parada del autobús justo en frente del restaurante “Venta Pazo” llamadas siguen llegando al teléfono de mi madre para preguntar por mi abuelo, pero ella responde escuetamente para que yo no me enterase de nada. Al llegar a mi casa yo sospechaba algo entonces de siento en una silla de la cocina y mi madre me explica todo tranquilamente en ese momento asustada empecé a llorar, y siento el abrazo de mi madre diciéndome que todo va a salir bien.


    Llegaba el día de Nochebuena esa maravillosa noche en la que años atrás nos hemos reunido toda la familia en mi casa adornada con el portal de Belén, al árbol y demás. Esa noche faltaban dos personas fundamentales en nuestras vidas. Eran mi abuelo que estaba en el hospital y mi abuela que lo acompañaba. Mi abuela tan bruta como siempre nos dice que “cenemos como todos los años que esto ha pasado y punto”.

    Tras muchos días en el hospital mis padres deciden que mi hermana y yo podemos ir a verlo. Mis sentimientos eran dispares, estaba contenta por volver a verlo, pero a la vez muy nerviosa por lo que podría ver. Cuando entre en la habitación estaba iluminada, muchos familiares y amigos de visita. Tuve una sensación muy extraña vi a una persona diferente a mi abuelo, estaba muy raro, nunca se me borrará esa imagen de la mente.

    Un tiempo después mi abuelo vuelve a casa. No me separe de él en ningún momento, necesitaba nuestra compañía, yo de daba de comer, le hacía alguna que otra tontería para que se riese y lo conseguía.

    El día de Nochevieja cenamos con ellos, recuerdo que se quedó dormido 3 o 4 minutos antes de las 12 campanadas, mi abuela estaba muy emocionada. Cuando llegó mi tío nos fuimos para el Rocío para celebrarlo con los amigos.
    Hoy le doy gracias a toda mi familia por enseñarme a cómo actuar en la vida y en especial la esencia de la Navidad de una manera diferente.

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  6. Carlos García Morillo 3ºESO A Nº de lista: 9

    MIS MEJORES NAVIDADES

    Mi relato comienza en un frió día de invierno de hace dos años.

    Era navidad, ya habían dado las notas y las había traído bien, sin ninguna cateada, ya había pasado nochebuena, y nos preparábamos para celebrar noche vieja. No la podíamos celebrar con la familia de mi madre porque había desde hace tiempo muchos conflictos entre todos y yo estaba muy triste por todos esos problemas.

    Pero entonces a mi se me ocurrió la idea de que fuésemos a Marbella a visitar a la familia de mi padre junto con el resto de la familia que estaba en Sanlucar. A mis padres les pareció muy buena idea y se lo fueron comentando al resto de la familia.

    Al final el día 28 de diciembre toda la familia de mi padre fuimos a Marbella a disfrutar con toda la familia de la navidad.

    Allí mi tía tiene un bar, y en noche vieja nos lo pasamos genial, jugué mucho con mis primos, tiramos muchos fuegos artificiales e aprendí algunas cosas sobre cocina. Éramos por lo menos unos 15 y dormir todos en una casa era una autentica locura y aunque faltaran camas no hubo problemas porque yo y mis primos dormimos con unos sacos en el sofá.

    Volvimos a Sanlucar el día 3 de enero y tengo que decir que esas navidades fueron las mejores de toda mi vida.

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  7. día en el que lo conocí, era un día soleado con el cielo despejado. Días antes nos habían dado las vacaciones de navidad. Decidí con mis amigas salir a otro lugar que no sea donde íbamos siempre. Decidimos ir a un pequeño pueblo al que ya conocíamos antes, pero no habíamos salido por allí nunca. Entonces ocurrió lo que os voy a contar:
    El padre de una amiga mía decidió llevarnos. Íbamos muy ilusionadas por lo que íbamos a encontrar allí. Todo empezó muy aburrido, no había nadie por las calles, pero mientras más se iba haciendo de noche iban apareciendo más y más gente.
    Ya estábamos estábamos altas de recorrer el pueblo y no encontrábamos a nadie, entonces cojimos y nos sentamos en un parquecito. Después de haber dado una vueltecita, nos sentamos en un banco al lado de unos columpios. Después de un rato apareció una pandilla de chavales y se sentaron en un banco de enfrente. Un rato después empezaron a llamarnos y nos invitaron a dar una vueltecita con ellos, nosotros como nos conocimos muchos sitios le dijimos que si nos podían enseñar algunos sitios y nos dijeron que si, estuvimos pasando genial, risas paca y risas para ya, cuando nos teníamos que ir, nos acompañaron a donde nos recogían, le dijimos que no lo habíamos pasado genial y que cuando volviéramos a ir le íbamos ha avisar, por eso nos dieron sus tuentis. El día siguiente era el día que salía en nuestro pueblo las cabalgatas y decidimos no ir. Pero al día siguiente volvimos a ir le informamos de que íbamos a ir y así fue cuando estábamos allí quedamos con ellos, hubo un momento en el que un chico me enamoró.

    Paloma Pallares Gálvez

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  8. EL DÍA DE NOCHEBUENA.

    Para mí los caballos son mi vida, son mi gran afición por encima de todo, por ello os voy a hablar de la navidad en la que me regalaron mi primer caballo.
    Toda esta historia sucedió el día 24 de diciembre del año 2004. En esas navidades me ocurrió algo verdaderamente importante.
    Unos días antes yo estaba deseando que llegase el día de noche buena, el día de “Papa Noel” para ver a mi familia, bueno he de reconocerlo, quería que llegase ese día para los regalos… durante los días previos le decía a los reyes y papa Noel que había sido bueno y que me trajesen muchas cositas.
    Al fin llegó ese día, el día que esperaba ansioso, ya que vería a mis primos después de mucho tiempo, era verdaderamente una grandísima alegría. La noche transcurrió muy bien, como todos los años, primero comimos, que por cierto comí bastante. Al terminar la comida hicimos el típico brindis de familia y por ultimo vino un grupo de flamenco, como seguimos haciendo.
    Mas tarde según mis padres me quede dormido y al pasar un buen rato me desperté y vi que estaban dando el amigo invisible, que yo y todos los pequeños de la familia creíamos que era papa Noel porque se repartían, y se siguen repartiendo, en un saco rojo que se suponía que era de el mismo. Terminaron de dárselo a todos y me quede muy disgustado porque a mí no me dieron nada… entonces me dijeron: hay fuera hay un regalo que pone Luis… salí corriendo y fue el mayor regalo de mi vida, era una caballo, bueno una yegua, se llamaba Jamaicana, era castaña y de Pura Raza Española. Por aquello entonces para mí era una jirafa, aun así me encanto.
    Desgraciadamente hoy día ya no la tengo conmigo, a mi lado, puesto que se murió a maldito cólico. Pero ella SIEMPRE estará en una parte de mi corazón. Disfruta de esos prados verdes del cielo, Te Quiero pequeña…

    Luis López Espínola, 3ºA ESO

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  9. Alicia Ortiz Limón 3º ESO A
    UNA NAVIDAD MUY DIFERENTE
    Cuando era niña, mi madre me inculcó la costumbre de que cada año le escribiera una cara al Rey Baltasar que era mi favorito, para pedirle las cosas que quería que me trajera en tan esperado día de Reyes.
    Todos los regalos estaba condicionado a la conducta que hubiera tenido a lo largo de un año, y mi madre, siempre pendiente de todo, me “leía la cartilla” recordándome las travesuras cometidas durante 365 días. Sin embargo, la esperanza nunca la perdí y esa carta tan especial terminaba colocándola en mi mesita de noche, para que yo pudiera ver cómo era en realidad el esperado personaje. Nunca lo pude conocer porque, según mi madre, me quedaba dormida cuando él llegaba.
    Han pasado ya algunos años de esta maravillosa etapa de mi vida, llena de momentos felices, y con el paso del tiempo, la realidad se empezó a hacer patente y mi personaje favorito cambió de rostro, de un hombre alto, de piel negra y brillante a unos magníficos padres que eran los que en realidad me traían los regalos.
    A partir de entonces, la Navidad para mí fue diferente porque esa ilusión ya quedó atrás. Ahora disfruto muchísimo en estas fiestas celebrando con mi familia el Nacimiento de Jesús al cual le pido que acreciente en mí: la solidaridad, la sinceridad, el amor y la ternura para poder compartirlo con la gente que me rodea. También le pido que todos los niños del mundo tengan ese día un regalo que por muy pequeño que sea a ellos les hace ilusión.
    Y para terminar a todas las personas, les deseo de todo corazón una ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

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  10. Pablo Forque de Esteban

    UNA NAVIDAD CON FORTUNA

    Era navidad del 2010, en concreto, el día 22 de Diciembre. Como todos los años, por la mañana televisaban la lotería de navidad. Mis padres me dijeron que estuviera atento, por si tocaba algo, pero sólo teníamos un décimo por lo que no tenía apenas esperanza. Me senté en el sofá, acompañado de mi hermano. El sorteo comenzó tan puntual como todos los años. Los niños y niñas cantaban muchos premios y como sospechaba no hubo suerte; aunque estuvo cerca, el segundo premio tocó en la ciudad de Sevilla.

    Tras varios días, llegó la noche del 31, la nochevieja. Había un ambiente espectacular. La candela estaba encendida y desprendía un calor muy acogedor. Toda la casa estaba decorada con adornos navideños. El belén era precioso, tenía toda clase de figuritas y el árbol no se quedaba atrás.

    Nos reunimos en la mesa toda la familia. Para empezar, picoteamos gambas. Yo se las pelaba a mi abuelo y el me lo agradecía esbozando una amplia sonrisa. Mi tío empezó a contar chistes y soltamos algunas carcajadas. Luego tomamos el primer plato. Carne con patatas cocinadas por mi madre. Estaba muy sabroso con la salsa. Mientras comíamos, escuchamos el mensaje del rey. De postre tomamos flan con nata.

    Cuando llegó las doce de la noche nos tomamos las uvas, que costó trabajo porque nos atragantamos un poco con los huesos. Lo celebramos todos juntos, en familia, aunque también recibí algunos mensajes por el móvil de mis amigos.

    La suerte no estuve de mi parte el día 22 pero, sin duda, si me acompaño en este día en el que pude disfrutar de toda mi familia.

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  11. José María Delgado Hurtado 3 ESO A
    Mis Navidades Perfectas
    Este relato comienza el día de las notas de Navidad. Sería con todo aprobado y todos muy contentos. Al llegar a casa y comentarle las notas a mis padres se pondrían muy alegres y también se las comentaría a mis amigos y familiares y todos felices.

    Esta Navidad sería llena de alegría en mí y en toda la familia. En las dos semanas de vacaciones por la mañana sería ayudar en casa, a limpiar, fregar etc. Por las tardes sería para jugar al deporte que más me gusta, es decir, el fútbol o para salir con mis amigos.
    El día de Nochebuena por la noche después de la misa del gallo sería una comida familiar con casi toda mi familia reunida en mi casa. Una cena llena de alegría y buen ambiente. Los niños más pequeños y los no tan pequeños esperan con mucha ilusión la llegada de Papa Noel cargado de regalos para alegrarnos más la noche aún. Después de la llegada de Papa Noel empezaríamos a cantar villancicos acompañados de unas castañuelas, una pandereta, una guitarra y un cajón flamenco.

    El día de los reyes es un día muy feliz para todo el mundo esperando muy nervioso la venida de sus SSMM Los reyes Magos de Oriente. Al comenzar ese día todo el mundo bajaría las escaleras de su casa a toda prisa para saber lo que le han traído los reyes. Ese día esta para disfrutar de sus regalos y disfrutarlos en familia compartiendo los juguetes cada niño.

    En conclusión estas navidades sería muy especiales para mí y para todo el mundo repartiendo felicidad y ayudando a los más pequeños para que ello la disfruten también como nosotros.

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  12. ALEJANDRO FLORES MACIAS16 de enero de 2013, 16:48

    Alejandro Flores Macias 3A ESO

    UNA NAVIDAD MUY COFRADE
    Hace relativamente poco....... era una mañana muy fria de invierno, el ambiente era feliz por las fechas en las que ocurre este hecho, pero el dia era gris, muy nublado y el cual incitaba a quedarse en casa. Iba transcurriendo la mañana y las nubes dijeron adios a todos los sanluqueños, los cuales dimos la bienvenida a el sol resplandeciente que hacia falta en un dia tan especial como el de las cabalgatas. Llegada la tarde,salimos a la calle, yo en concreto con mi Banda de Música Ntra Señora del Rosario de mi pueblo, la ilusion era palpable en las caras de todos los niños e incluso de los mayores que viven con ilusión tambíen ese dia 5 de enero. Marchas militares, obras navideñas..... iban poniendo los sones a un dia tan señalado. Pasaron las horas y con ellas llegó la noche, para la mayoria de los niños, es la noche en la que se abren los regalos, me lleve una sorpresa porque el mio no estaba en el balcon por lo que en aquel entonces pense:¿ SE HABRAN OLVIDADO LOS REYES DE MI? Eso no podia pasar en realidad el regalo que me esperaba abajo de la segunda planta de la casa de mi abuela era el mas especial que me habian hecho en toda mi vida. Abri los ojos y la ví, vestida de reina, con ese rostro que cautiva a quien la mira, esas manos que recogen al que la contempla, me emocione era uno de los regalos de mi vida que mas ilusion me habia hecho, no era para menos. Bueno no me quiero enrrollar lo unico que quiero decir es que ¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA CONCEPCION DE LAS ESCLAVAS!!!

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  13. Noelia Alegre López

    Un Regalo Inesperado

    Todo comienza un dos de diciembre de 2012, una tarde más me encontraba bajo la lluvia artificial de la ducha. Una tarde más pensaba en la próxima navidad.

    Por mi mente pasaban imágenes de como sería ese año mi navidad, las imágenes no eran totalmente visibles. Algo faltaba en ella, y esa era mi hermana. Por primera vez ella no estaría para decorar la casa en familia; ahora trabaja en Madrid y no volvería a casa hasta el día de Nochebuena.

    Pude sentir como el agua salía cada vez más caliente, mis mejillas empezaban a obtener un color carmesí. No podía hacerme a la idea de no tener a mi hermana en esa navidad.

    Los días poco a poco pasaban, con ellas también la esperanza de tenerla a mi lado. Es entonces cuando la puerta suena ese ocho de diciembre. Sin pensarlo dos veces abro, mis ojos no creen lo que ven. Ahí estaba mi hermana y su novio, habían llegado a tiempo para decorar la casa.

    Las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas, en ese momento solo podía aferrarme a ella. Necesitaba tenerla conmigo y entonces poder visualizar bien las imágenes de los días anteriores.

    Y ahí me encontraba con mi familia, juntos decorando la casa. De fondo se escuchaban los villancicos navideños que salían del ordenador. Ese aire cálido y confortable inundaba la casa y ese año más que nunca pude apreciar que la navidad es para vivirla en familia.

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  14. MARTA PIEDRA MARTÍN 3 ESOA

    UN REGALO SIMBÓLICO
    Mi historia de Navidad se situa en la ciudad de Sevilla, en uno de los lugares mas ricos de toda la ciudad.Se encontraba una señora, de unos 45 años de edad, vivía sola en una casa muy grande, rodeada de riquezas y lujos; muebles,todo tipo de detalles preciosos.Tenía todo lo que quería,excepto la felicidad.Aquello que no costaba dinero alguno,carecía de ella,ya que era una de las personas mas egoístas que existía.

    Una tarde,cerca al día de Reyes,estaba en su casa y llamaron a la puerta "Toc-toc"; eran dos pequeños niños cantando villancicos de casa en casa,fisicamente,no tenían muy buen aspecto,eran delgados y llevaban ropas arapientas.Llevaban un vasito de lata en el que se podía apreciar monedillas,que la gente les había dado de limosna.María,que era como se llamaba la mujer,les cerró la puerta con un fuerte portazo y se dirigió al sofá para ver la televisión.Al cabo de los días,en uno de sus sueños,se le apreció una especie de espectro del futuro.Este ser le mostraba como íban a ser sus Navidades futuras si seguía con su misma forma de ser.María le comentó al espectro, que en su infancia nunca había sentido el calor de sus padres,ya que le dejaron en casa de una tía.A ella,no le gustaba nada su futuro,aparecía María muerta en medio de la nieve,y como siempre, SOLA.

    Al despertar,fue corriendo a buscar a los niños que días antes estabancantando villancicos en la puerta de su casa.Los encontró allí,vestidos igual que el último día que los vió.Decidió adoptarlos;nada más que salieron del orfanato,les compró ropa nueva.Esa misma noche,era la noche de Reyes,ellos no esperaban nada,pero sabían que era una noche muy especial.María,les había comprado juguetes y se los había colocado debajo del Árbol de Navidad.Los niños,al levantarse se quedaron sorprendidos,ya que nunca habían tenido regalos de ningún tipo.La mujer al ver las caras de felicidad de quellos pequeños,se convirtió en una persona generosa,buena y muy bondadosa.
    Días después, mandó a hacer un cartel para la entrada de la casa, aquel cartel que tenía rotulado: "NO ES MAS RICO EL QUE MAS TIENE,SINO EL QUE MENOS NECESITA"

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  15. Las navidades son épocas que a nadie le deja frío, todos tenemos una historia, un recuerdo que con mucho cariño evocamos, otros añoramos. Las cenas de navidad en familia, la alegría cuando eres niño, ¿a quién no le ha gustado esta época del año?
    Retrocediendo en el tiempo recuerdo que cuando era pequeña estaba deseando que llegaran las fiestas de navidad, especialmente el día de los reyes magos. Recuerdo que mis primos, hermanos y yo ,el día de reyes después de las cabalgatas siempre nos íbamos a un bar que en el que cenábamos toda la familia, y de allí ir a casa de mi abuela a ver que nos había traído los reyes, Íbamos todos como locos, deseando llegar para ver los regalos.Cuando llegamos al entrar todo estaba siempre oscuro y al encender la luz eso parecía que no era una casa como la de otra familia cualquiera eso era una fábrica, estaba todo repleto de juguetes, adornos… y acompañado de música navideña
    Y así años tras años, hasta que llegó el momento en el que te das cuenta de que todo cambia, esa ilusión que teníamos, al ir allí se perdió, pero como todo tiene una parte buena y otra mala, y lo bueno es que cada vez éramos más y más.
    Aunque los mayores sabíamos ya la verdad, eso nunca cambio gracias a una persona, que es la que cada año está ahí haciendo que las navidades sean inolvidables y dejando que los pequeños disfruten de sus reyes al igual que los demás la hemos disfrutado. Esta persona siempre hará de la navidad un recuerdo.

    Isa Miró Morillo
    3ºA

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  16. Maripaz Miró Valdés

    "EL TAÑIDO DE LA CAMPANA"

    El olor a castañas inundaba el aire, la navideña iluminación que decoraba las calles resplandecía, centelleante, sobre el cielo oscuro del incipiente anochecer y el bullicio de las personas indicaban la cercanía de la Nochebuena.
    Entre todos aquellos pies de cientos de personas, un pequeño gato vagabundeaba, desorientado. Era pequeño, blanco como la nieve y con una mancha marrón en uno de sus brillantes ojos azules. Había pertenecido a una anciana señora que había fallecido no hacía mucho y él, sin tener a donde ir, había escapado por una ventada.
    Ahora estaba perdido y asustado. Toda la elegancia que lo había caracterizado antaño había quedado opacada por la suciedad de las calles y lucía desamparado. Maullaba y miraba a las personas que lo rodeaban, algunas lo miraban con indiferencia, otras con lástima, había también quien lo apartaba de los niños, que extendían sus manitas para tocarlo.
    Y entonces, por fin, alguien lo levantó del suelo. Casi le sorprendió la firmeza y delicadeza con la que aquellas manos lo cogieron. Desconfiado, intentó revolverse, pero cuando esa persona lo acercó a su pecho y lo cubrió con sus brazos, toda la inquietud se desvaneció.
    Lo llevó por las calles, mientras le hablaba sin esperar respuesta por su parte. Aprendió mucho de aquel hombre que lo había recogido, pero sobretodo, aprendió de su hija; hablaba de ella con adoración, casi con miedo de que, al nombrarla, se quebrara. Sabía que se llamaba Violeta, que tenía nueve años y que su pelo era tan dorado como el sol, también se había enterado de que estaba enferma desde hacía mucho.
    La casa de ese hombre quedaba muy lejos del centro de la ciudad, donde lo había encontrado, pese a ello habían ido andando. Era pequeña y cálida, no era moderna y probablemente hacían falta muchos arreglos, sin embargo, no le pudo gustar más.
    Cuando entraron en la casa, una niña corrió a recibirles, pero el hombre lo escondió dentro del chaquetón que llevaba. Oyó dos voces desconocidas y maulló, estirando el cuello para ver fuera de la oscuridad del abrigo.
    Finalmente, tras una breve disputa, el hombre accedió a sacarlo al exterior. Pero se llevó una gran sorpresa. No vio ninguno de los larguísimos rizos rubios que le habían descrito, ¿dónde estaba aquella pequeña de luminosa sonrisa que le habían dicho que encontraría? Por el contrario, allí había una niña, sí, pero no era rubia; su cabecita estaba cubierta por un gorro de lana y sus grandes ojos oscuros estaban rodeados por sendas ojeras.
    Sin embargo, cuando el hombre alargó la mano para acercarlo a ella, aquel aspecto enfermizo y frágil se desvaneció. Sonrió con la sonrisa más bonita que nunca había visto y lo sostuvo entre sus brazos.
    Una campana sonó.
    “Ah, ya sé. Te llamarás Tañido, como el sonido que hacen las campanas de la Iglesia al sonar”, dijo Violeta con dulzura.
    Tañido miró con sus ojitos claros a aquella niña, que tiempo atrás había sido rubia, y supo que agradecería siempre haber terminado allí.
    Han pasado dos años y en el cuarto de oyen dos respiraciones. Una pertenece a un pequeño gato. Blanco como la nieve y con una mancha marrón en uno de sus resplandecientes ojos azules. La otra, era de una niña llamada Violeta, cuyos rizos se desparramaban sobre la almohada, tan dorados como el sol. Es la noche de Navidad.

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  17. Carmen Gallardo 3ºA

    Un 25 de Diciembre.
    Es una noche fría y oscura, pero llena de entusiasmo y emocionantes, estamos a 24 y queremos felicitar el nacimiento de Jesús con mi familia, para mí estas noches es muy importante ya que lo paso con la familia de parte de mi padre.
    Siempre, desde que era pequeña esta noche la paso muy nerviosa, ya que cuando me levante estarán hay los regalos de mi querido Papa Noel, ese hombre gordo que curiosamente cabe por la chimenea y va vestido de rojo con una barba blanca, siempre me ha dado miedo, sobre todo donde dejaría el carro donde se encontraba la bolsa enorme llena de regalos, también se encontraban los renos, si aquellos animalitos que tiraban del carro volando por esa noche fría, no me lo podía imaginar… Todas esas noches cuando llegaba a mi casa, tenía que dormir con mi hermano, por que por muchos regalos que me trajera Papa Noel, ese hombre de rojo siempre me ha dado miedo. Ya era por la mañana y ansiosas con mi pijama favorito de la Hello Kity , me asomaba con miedo a caerme al balcón. Y veía hay todos los regalos envueltos en papeles de colorines, como siempre rezaba para que los regalos mas grandes fueran para mí. Despertaba a toda la familia, empezando por mi hermano, mintiéndole para que se levantara antes, iba para el cuarto de mis padres y me tiraba encima de la cama de bomba, gritando ¡PAPA NOEL HA VENIDO! Como siempre, con una lentitud terrible, nos poníamos la bata y el pijama firme para que cuando bajáramos mi padre grabara con la cámara, hacíamos un desfile por las escaleras a ver quien baja antes, como siempre yo ganaba.
    Ese día, me pasaba todo el día ilusionada aunque mi familia por parte de madre viniera a comer a casa para celebrar, yo estaba sola en mi cuarto disfrutando de mis regalos.
    Pero con el paso del tiempo me fui haciendo mayor, aprendí valores de la Navidad, también me di cuenta que aquel famoso hombre gordo vestido de rojo, era mi Papa no el y ahora para mi lo mas importante de ese 25 DE DICIEMNRE es disfrutar de mi y con mi familia y pasar con ellos un feliz día con una sonrisa de oreja a orea porque ellos se lo merecen, por darme esa infancia llena de ilusión. Y agradecerla a mi hermano que me aguantara mantuviera el secreto de que Papa Noel era el que yo creía.
    Todos queremos hacernos mayor pero lo mejor de nuestra vida es la infancia, cuando no nos enteramos de nada.
    FELIZ NAVIDAD.

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  18. ELENA DE LA ROSA BAU 3ºA

    NOCHE VIEJA 2010

    Esta historia comienza una preciosa noche de navidad,el día 31 de Diciembre de 2010. El cielo muy oscuro, hacía mucho frío y estaba poco estrellado. Mi familia como cada noche vieja nos reuníamos todos, primos,tíos, abuelos. . .
    Disfrutamos de una estupendísima cena y a las 00:00 horas nos tomamos las uvas y celebramos todos la entrada de un nuevo año y la despedida de otro año que se iba cargado de sentimientos, emociones, momentos malos y buenos. Esta noche era muy especial porque era la primera vez que todas mis amigas y yo dormíamos todas juntas. Al terminar de tomar las uvas con mi familia me reuní con mis amigas en la plaza del pueblo , todas con las almohadas en la mano y los pijamas en una bolsa, todas nerviosas nos íbamos para casa de una buena amiga Gloria el sitio de reunión de todas. Allí la fiesta iba a continuar teníamos música, alguna que otra bebida y mucho ritmo. Pusimos la música a todo volumen y empezamos a bailar todas como si estuviéramos locas. Fue una muy buenísima noche de risas, todas contándonos nuestros secretos nuestros amores etc..
    Hasta que el sueño nos rendía y nos íbamos quedando dormidas una a una. Cuando nos despertamos la madre de Gloria nos había comprado churros para desayunar.
    En conclusión ese día nunca se me olvidará porque fue una noche muy especial, todas éramos una y conforme vamos creciendo nos separamos todas cada vez más, y jamás se podrá volver a esos buenos tiempos. ..

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  19. Jose Antonio Villalba
    Fin
    Era diciembre de 2010, hacia frío y yo era feliz excepto por una cosa estaba peleado con un niño, tenia 3 años más que yo, me buscaba y siempre estaba con 4 ó 5 amigos, factor del que siempre se aprovechaba.

    Era 8 de diciembre y había quedado con mis amigos en el polideportivo para jugar al baloncesto, eran las 19:15 y tenia que irme así, que me despedí de mis amigos y me fui.

    Pero antes de bajar las escaleras, le ví, allí estaba, con sus amigos y su novia.
    Mientras avanzaba mi corazón latía, cada vez, más rápido y me preguntaba si me pararía.

    Al pasar por su lado me pego un empujón, yo le respondí con lo mismo y así hasta que termináramos llegando a las manos. Estaba encima suya cuando sus amigos iban a intervenir y entonces vinieron mis amigos, nos separaron, frenaron a los otros y me dijeron que me había dejado el balón debajo de la canasta.

    Ya con mi balón y acompañado de mis amigos, me situé enfrente suya y le dije lo siguiente “ me tengo que ir, si quieres que me quede, dímelo, pero, sino, deja me en paz ”
    no respondió.

    Ya han pasado dos años y ahora somos simples conocidos, y, los que en ese momento eran simples amigos mios, han pasado a ser mis mejores amigos.

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  20. Luis Miguel Hava Guerrero
    Otra Navidad dolorosa
    Hoy vuelve a visitar el aeropuerto pero ya echo un hombre, siguiendo el camino de su padre se hizo militar, fue enviado a bakara una de las zonas mas conflictivas del mundo, miro su bolsillo en el había una foto de su madre y las antiguas chapas de su padre las apretó con fuerza antes de aterrizar. Todo su pelotón miraba atentamente al capitán mientras se preparaban para la incursión. Cuando se dieron cuenta estaban todos buscando cobertura para evitar los mortales proyectiles que escupían las armas ofensivas sin el mas mínimo pavor, tras un coche carbonizado un terrorista apuntaba a uno de su compañeros sin temor ninguno abatió el terrorista, corrió al lado contrario del coche carbonizado giro el coche y lo que vio le impacto de forma imponente vio a un pequeño abrazado al hombre sin vida, entonces un proyectil rozo su casco el joven se dio cuenta de que seguían allí asomo la cabeza por encima del capo y vio como una de las personas que estaban en la camioneta junto a la pesada maquina le señalaba volvió a cubrirse mientras que los proyectiles chocaban contra el coche lanzo una granada cegadora y pidió fuego de cobertura para sacar al pequeño de la zona de peligro lo cogió entre sus brazos y mando a su pelotón refugiarse en el cráter de un edificio, soltó al chico, vio una gran mancha roja en su chaqueta la abrió y se dio cuenta de que no era suya se giro y miro al chico vio una gran herida en su estomago el medico le dijo que no tenían nada que hacer la herida era muy grande, encendió una vela , la vela se consumía junto con la vida del pequeño lo abrazo con fuerza asta que el fuego se consumió y con el se llevo la vida del chico lo deposito en una mesa y volvió con su pelotón y sin decir nada se acerco al cráter y vio dos camionetas con guerrilleros y una tercera mas cerca de ellos, corrió hacia el y se adueño de la ametralladora abrió fuego contra una de las camionetas sus soldados salían para luchar a su lado, con tanta euforia grito: ¡venceremos¡, noto como una bala enemiga atravesando su pecho llevándose consigo toda su euforia, callo de la camioneta y uno de sus soldados lo arrastro a un lugar seguro, miro el edificio un par de segundos mas tardes vio como un tanque giraba la esquina, intento avisar a su compañero pero no tenia fuerzas, se resigno y siguió mirando al carro de combate que se acercaba, el tanque empezó a mover el cañón principal para apuntar, cerro los ojos y como esperaba escucho ese estrafagante sonido que producía la gran maquina, pero... el misil no impacto contra ellos se dejo caer hacia un lado para mirar donde impactó, vio que había destrozado una de las camionetas antes de poder ver nada mas su compañero lo puso recto, se escucho un segundo disparo, supuso que fue a la otra camioneta, el tanque paso muy cerca de ellos en el lateral ponía: ONU, supuso que estaba salvado del tanque salio un medico con un casco azul. En la sala de despertar 6 horas después del combate, una vez fuera vio la fila de cadáveres se fijo en uno que era el de un niño, abrió la bolsa y en ella estaba el pequeño se quito la medalla y se la coloco al pequeño, con dos lagrimas en los ojos cerro la bolsa y se despidió de la persona que le había enseñado una valiosa lección, uno de sus compañeros lo llamo y le menciono que le dieron el derecho de ir a casa, se dio la vuelta para recoger sus cosas, una vez en la habitación vio el calendario, hoy era 27 de diciembre,es navidad: pensó. Volver a ver a su madre, su novia, sus amigos, su perro draco, tan cerca de no verlos mas escribió una carta de dimisión en la que afirmaba no volver a coger algún otro arma. Una vez en casa le seguía viniendo la fría imagen de aquel hombre abatido y a su lado un pequeño niño llorando su muerte.

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  21. Celia Castro Amores 3ºA ESO

    UNA CASA PARA NAVIDAD

    Hola, soy Juan, tengo 45 años y si, vivo en la calle desde hace dos años. Yo estaba casado y tengo dos hijos, uno de ocho años, Juan, y otra de 12 años, Violeta. Tenía un trabajo estable, trabajaba en un empresa de Sevilla, estaba feliz a nivel laboral, buenos compañeros, buen sueldo, buena actitud, buen horario. No me faltaba de nada.
    Todo empezó cuando conocí a una amiga. Al principio empezamos a vernos a escondidas algunos días a la semana, pero poco a poco necesitaba verla y sentirla más días, hasta que no podía pasar sin ella más de 24 horas.
    Desde ese momento mi actitud cambio, tanto a nivel personal como a nivel laboral. Comencé a tener peleas con mi mujer a las que no le daba mucha importancia y también con mis hijos, que con lo pequeños que eran estaban algo asustados de aquella situación También empecé a tener algunos problemas laborales, llegaba tarde sistemáticamente, discutía con mis compañeros, no hacía caso a lo que me mandaban, atendía mal a los clientes .. etc.
    Aquella situación al cabo del tiempo empezó a empeorase, yo estaba en otro mundo y todo gracias a ella, “ mi gran amiga “ .
    Mi mujer estaba muy preocupada, no sabia lo que me pasaba y terminamos separándonos, ella quiso quedarse con la custodia de los niños y se fue a vivir a otra casa que teníamos a las afueras de Sevilla, donde pasábamos los veranos.
    Al poco tiempo me echaron del trabajo ya que estaban cansados de mi actitud a la que no le veían cambio alguno.
    Y todo lo sucedido fue gracias a ella, mi “ gran amiga “ , la cocaína.
    No tenía dinero, no podía pagar ni la luz, ni el agua, ni el gas, ni la hipoteca, ni gastos de alimentación… etc. Todo el dinero que tenía me lo gastaba en drogas.
    En esta situación terminaron embargándome la casa a finales de octubre de 2011 y no ví otra solución que irme a vivir a la calle ya que mi familia no querían saber nada de mi, sentían vergüenza de tener a una persona como yo en la familia y ni siquiera tuvieron el valor ni valentía de ayudarme a salir de esa situación.
    Desde entonces vivo aquí, en la calle, durmiendo cada noche entre cartones, con frío o calor, y del dinero que me da la gente que pasa por aquí y comiendo de lo que las ONG, en concreto Cruz Roja, me pueden aportar
    Desde que llegué tuve la compañía de un gran amigo, Alberto. Tenemos la misma edad y a sido la gran persona que me ha ayudado a olvidarme de esa “gran amiga”. Nos costó muchísimo pero con esfuerzo y esperanza lo conseguimos.
    Y ahora aquí estamos, en navidad, un 24 de diciembre, pasándolo como un día normal, con mucho frío y viendo cómo pasan los sevillanos de un lado a otro haciendo sus compras navideña .
    Desde que no estoy con mi familia la navidades no son las mismas, echo de menos esas comidas familiares, esas tardes que pasábamos frente a la chimenea todos juntos contando historias, ese día de reyes en el que mis hijos eran los anfitriones, con sus sonrisas bajaban rápidamente las escaleras y con la mayor ilusión del mundo abrían sus regalos y pasaban el día entero jugando con ellos.
    Solo pido poder salir de esta situación tan complicada y que mi familia me vuelva a aceptar y poder pasar las próximas navidades como antes, bajo un techo y con las personas que más quiero en esta vida

    ¡FELIZ NAVIDAD!


    Comentario
    He hecho esta historia ya que va dedicada a esas personas que por desgracia han pasado las navidades bajo una caja de cartón y sin un trozo de comida para llevarse a la boca. Solo deseo que en sus próximas navidades tengan un techo bajo en el que vivir y que estén con las personas que más quieren. La vida es muy injusta, unos tienen mucho y otros nada, seamos solidarios y ayudemos a esas personas.

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  22. MARÍA LIRA CUETO, 3ºA E.S.O

    6 DE ENERO

    Mi historia me traslada unos años hacía atrás, a mi niñez, a mi infancia, cuando esperábamos entusiasmados ese día de reyes.
    Recuerdo que días antes contábamos los días, las horas, los minutos para que llegase ese esperado 6 de enero.
    Cuando quisimos darnos cuenta era día 5, ya estábamos toda la familia almorzando con los abuelos. Nosotros, los pequeños, esperábamos entusiasmados a que llegase la tarde, concretamente las 17:00, para salir a las calles de Sevilla que por cierto, en aquellas fechas de navidad estaba preciosa, pero aquel día derrochaba felicidad, familiaridad, belleza, alegría, entusiasmo... Llegó la hora, ya estábamos entre aquella multitud de gente intentando coger bolsas y bolsas de caramelos, no nos importaba cuantas veces tuviéramos que agacharnos, saltar, gritar..
    Poco a poco iba alcanzando la noche, ya estábamos cansadas de aquel largo pero precioso día y decidimos marcharnos a casa.
    Ya estábamos allí y como todos los años el 6 de enero lo pasábamos con mi tita y mi prima con las cuales llevábamos compartiendo momentos juntas.
    Sin darnos cuenta se nos iba echando la hora encima, cada vez más, la alegría, el entusiasmo, los nervios y demás sensaciones iban recorriendo nuestros cuerpos.
    Decidimos acostarnos para que las horas pasasen más rápido y llegara ya el momento, aunque debo confesar, que la inquietud y los nervios esa noche, fueron nuestros mayores enemigos. Aunque con trabajo y esfuerzo, lo logramos.
    Había llegado ya el esperado momento, nos levantamos rápidas y entusiasmados por ver aquellos magníficos regalos que, Melchor, Gaspar y Baltasar nos habían traído desde Oriente.
    Nuestras caras lo decían todo, no había más que mirarnos, derrochábamos alegría y felicidad por todos lados.
    Finalmente, nos fuimos a compartir los regalos y a pasar un maravilloso y esplendido día de reyes.

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  23. Julián Reyes Moreno 3ºA E.S.O

    LA PRIMERA NAVIDAD

    Mientras todos los niños ayudaban en sus casas en los preparativos para la Nochebuena, yo, de 7 años de edad, miraba a mis padres como colocaban los preparativos para este día tan especial, estaban con el árbol de navidad colocando los adornos y las luces. Cuando vi esas luces resplandecer y me quede conmocionado y muy feliz al ver aquel glorioso momento con mi familia.

    Al terminar con los preparativos a las 7 de la tarde justamente fuimos a casa de mis abuelos a pasar la Nochebuena con ellos, cuando entré en esa casa parecía que había entrado en otro mundo, todo estaba lleno de oscuridad y no había nadie. Al adentrarme en la casa de mis abuelos abrimos la puerta que da para el salón y de repente se encendieron las luces, y mis tíos juntos con mis abuelos aparecieron detrás de un sofá y nos metieron a mí y a mis padres un gran susto.

    Al terminar, nos fuimos a un campo de unos primos, juntos tiramos petardos y nos lo pasamos estupendamente. Al anochecer mi padre sugerió ir a nuestra casa, pues ya hacía demasiado frío para seguir en un descampado, todos dijimos sí a su afirmación y nos pusimos en marcha.

    Al llegar a nuestra casa todos nos pusimos a ver la televisión hasta medianoche, cuando era las 2 de la madrugada todos nos fuimos a dormir. (el mejor día de mi vida)

    FELIZ NAVIDAD A TODOS

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